Hoy compartimos un importante consejo relacionado con la deducción por vivienda habitual en el Impuesto de Sucesiones. Es fundamental tener en cuenta que, en los últimos meses de vida de un enfermo, no se debe cambiar el domicilio de empadronamiento. De lo contrario, el heredero de la vivienda habitual perderá la posibilidad de aplicar la deducción del noventa y cinco por ciento (95%) que establece la Ley del Impuesto de Sucesiones.
Razones para evitar el cambio de domicilio de empadronamiento
En muchas ocasiones, por diversos motivos, se realiza un cambio en el domicilio de empadronamiento del enfermo. Por ejemplo, puede hacerse para recibir atención médica de un profesional específico. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que en todos esos casos en los que se realiza un cambio ficticio de domicilio de empadronamiento, el heredero pierde la deducción por vivienda habitual.
Importancia de conservar la deducción por vivienda habitual
La deducción por vivienda habitual es un beneficio fiscal relevante en el Impuesto de Sucesiones. Permite aplicar una deducción del noventa y cinco por ciento (95%) en relación con la vivienda que ha sido considerada como habitual por el fallecido. Sin embargo, para poder beneficiarse de esta deducción, es necesario que el domicilio de empadronamiento del enfermo no se haya cambiado en los últimos meses de vida.
Consejo clave: no cambiar el domicilio de empadronamiento
Nuestro consejo clave es claro: en los últimos meses de vida de un enfermo, evita realizar cambios en el domicilio de empadronamiento. Mantener el domicilio registrado como vivienda habitual del fallecido es fundamental para que el heredero pueda aplicar la deducción por vivienda habitual en el Impuesto de Sucesiones.
Recuerda que conservar la deducción por vivienda habitual puede suponer un ahorro significativo para el heredero. No pierdas la oportunidad de beneficiarte de este importante beneficio fiscal.